miércoles, 30 de septiembre de 2009

Dos busquedas distintas de Maradona

Diego Maradona, DT de la selección, tuvo que buscar este domingo jugadores para reemplazar a los lesionados Ariel Ortega y Esteban Fuertes, para el partido amistoso que la Argentina jugará contra Ghana el miércoles, en Córdoba. Mauro Boselli y Nicolás Gaitán fueron los elegidos por el astro del fútbol, quien revivió la búsqueda que realizó durante el Mundial de Corea-Japón 2002, pero donde en vez de armar un equipo tenía un objetivo distinto: encontrar canchas de golf para practicar.
En ese junio en el que la Argentina quedó eliminada en la primera ronda tras el empate en 1 contra Suecia, Maradona hacia ya dos años que había cambiado de deporte.
El golf lo había enamorado cuando se estaba desintoxicando en una isla de Cuba y desde ese momento fue una obsesión que tuvo. Al lugar donde iba, jugaba. La búsqueda era incesante, al igual que la de este fin de semana, cuando, además de tener la mente puesta en el enfrentamiento contra el seleccionado africano, necesito pensar en un reemplazante para Fabricio Coloccini, quien sufrió una lesión mientras jugaba para su equipo, el Newcastle, de Inglaterra. Martín Demichelis, quien por una operación de ligamentos de tobillo estuvo dos meses sin poder ser parte de los titulares del Bayer Munich, de Alemania, cubrirá ese lugar para los últimos dos partidos de las eliminatorias del Mundial de Sudáfrica 2010 que definirán el futuro de la albiceleste.
Maradona, que llegó a Japón cuando la selección dirigida por Marcelo Bielsa ya había quedado descalificada, se desvivía por tirar unas pelotas o hacer aunque sea algunos hoyos en territorio oriental.
El “10” comenzó a jugar al golf cuando estaba en uno de los peores momentos de su vida. Había sufrido varias recaídas, su etapa de jugador ya era pasado, estaba muy gordo y la relación con su familia no era buena. Por eso buscó en este deporte una salida, un lugar donde respirar aire fresco.
La pelota se había achicado y ya no necesitaba tanto de sus mágicos pies sino de un palo de golf y de un esfuerzo conjunto de todo el cuerpo. Según sus instructores, Diego tiene talento para el deporte, algo que se vio beneficiado por las ganas que ponía para seguir practicando y conocer nuevas canchas.